viernes, 11 de octubre de 2024

EL GRAN AÑO Y SU FILOSOFÍA



ANA  MARÍA  SEGHESSO 


                    



Caldeos, hindúes, griegos y latinos suelen coincidir en la concepción cosmológica del Gran Año.

Los antiguos filósofos teorizaron con la noción de que la Tierra se hubiese originado de la conjunción de todos los planetas. Esta hipótesis sugiere por consecuencia que nuestro mundo desaparecerá al finalizar el ciclo que lo produjo, cuando se unan otra vez todos los planetas, tanto los tradicionales como los descubiertos posteriormente, los conocidos y los por conocer.


La mayor parte de los filósofos griegos adoptó la noción de la existencia sucesiva de una infinidad de mundos, que sistemáticamente y en períodos precisos se renueva, estableciendo el final y el principio.


Según Aristóteles los hombres mueren porque no pueden enlazar el fin con el inicio. 

Los humanos son incapaces de experimentar una serie de transformaciones cuyo estado terminal sea idéntico al estado inicial. 


Sería éste  "el requisito necesario y suficiente para ser inmortal".

El ser que ha recorrido por primera vez este ciclo cerrado comenzará otra vez y lo recorrerá una infinidad de veces, revelando que el alma es inmortal.  


El filósofo considera la vida del alma como un ciclo cerrado cuyo estado final se entrelaza con el original, reconociendo que un alma sufre una infinidad de reencarnaciones, semejantes entre ellas.

              

Esta noción es la doctrina pitagórica de la transmigración del ánima (metempsicosis) cuyo destino es de la misma especie que el destino del mundo

En el Timeo, Platón hablando de la génesis de la creación asevera,


..." el número perfecto del tiempo se realiza y el año perfecto cumple su revolución cuando todas las revoluciones de los astros, cuyas velocidades varían, llegan juntas al término, encontrándose como al origen".


En los Mitos que la humanidad ha heredado de épocas arcaicas, la raza humana parece conservar un recuerdo confuso pero muy intenso de una terrible catástrofe universal. 


EL DILUVIO (1)


La pregunta que se impone es, por qué, procediendo de culturas diferentes, el argumento se repite y los personajes son semejantes?


                               




Es probable que los Mitos mismos sean testimonios históricos, compuestos de manera alegórica para trasmitirlos con mayor facilidad.


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El concepto del Gran Año, pasando el debate poco a poco de la especulación intelectual a la fe, forzando la teoría de la Palingenesia o del "eterno retorno" a extremas consecuencias.


Según Nemesio, obispo de Éfeso, en Siria al principio del siglo V, 


..."cuando cada uno de los astros errantes regresa exactamente en longitud y latitud al punto del cielo en el cual se encontraba al inicio de los tiempos, estos mismos astros errantes producen al final de períodos bien determinados, la incineración y destrucción de todos los seres del Mundo. 

Se reconstruye ("apocatástasis") cuando los astros renuevan su marcha repitiendo exactamente todas las cosas realizadas en el período precedente".


Esta reconstrucción se cumplirá no una vez sino un número infinito de veces. 

En cuanto a los dioses, que no están sujetos a la destrucción, basta vivir uno solo de estos períodos para saber todo lo que tiene que suceder en los períodos siguientes, ya que no sucederá nada que no haya sucedido la primera vez.


La Palingenesia es rechazado por la Teología cristiana, apoyándose en el Nuevo Testamento, en el cual el término indica la nueva situación que se verificará con la llegada del Reino de Dios. 

Los primeros teólogos cristianos dejaron a los hombres la libertad de creer que los astros influyen en la transformación de la materia sublunar, pero de este predominio separaron el libre albedrío y la gracia de Dios.


En el Medioevo el argumento continúa pero modificando sus presupuestos principales; en el siglo XII Abraham Ben Ezra lo menciona tratando de la Precesión de los equinoccios y anteriormente Albumasar en su tratado "De las grandes conjunciones". 


La doctrina del Gran Año es substituida por la Revolución de las estrellas fijas. 


En la actualidad con los medios electrónicos disponibles podría intentarse el cálculo del tiempo que los astros errantes emplean para reunirse en una gran conjunción en el mismo punto de origen. Naturalmente se deben incluir los nuevos planetas, Urano, Neptuno y Plutón...y las cifras son inverosímiles, aunque el kalpa de los hindúes se aproxima bastante.


La teoría del Gran Año cósmico puede haber llegado a los hindúes durante la dominación del emperador persa Darío el Grande. 


Posiblemente los astrólogos sasánidas (dinastía persa que reinó del 226 al 651), cuya cultura había experimentado influencias griegas e hindúes, incluyeron los grandes ciclos de Saturno y Júpiter al interno de los períodos milenarios, ajustando el sistema a los grandes años cósmicos.








(1)  En todo el mundo se conocen más de quinientas leyendas de diluvios y en una panorámica de ochentaiséis de éstas (veintiséis asiáticas, tres europeas, siete africanas, cuarentaiséis americanas y diez australianas y del Pacífico sur) el experto investigador Richard Andree, (matemático estadounidense y científico de la computación) llegó a la conclusión que sesentaidós eran completamente independientes, sea del relato mesopotámico, sea bíblico.


(2)  Estas doctrinas fueron posteriormente perfeccionadas por astrólogos de cultura islámica, como Messahalla, del siglo VIII, traducido del árabe por Juan de Sevilla (sus obras sobre Astrología Mundial, De conjunctionibus planetarum, De revolutionimus anno Mundi, Venecia 1493) y Abumasar (776-885), el más célebre astrólogo de Bagdad, quien en su obra Flores astrologiae , recuerda el Grande Año.