jueves, 1 de septiembre de 2016

INFLACIÓN Y CICLOS


ANA MARIA SEGHESSO







La sentencia popular “La historia se repite” está a la base del razonamiento astrológico.

La Conjunción de los planetas Júpiter y Saturno determina precisos momentos históricos que otorgan a períodos de aproximadamente 200 años, características que fueron catalogadas según los cuatro elementos

·    fuego, tierra, aire y agua 
analizados en post anteriores.

 

ALQUIREM

Años de la conjunción de los planetas superiores, Júpiter y Saturno, correspondientes al  IMPERIO ROMANO.





FUEGO                    -781                 74                   

TIERRA                  -582                 253                 

AIRE                       -344                 452                 

AGUA                     -165                 630               


 

Como hemos visto anteriormente, el Calendario fue una consecuencia de la aspiración humana de medir y organizar el tiempo según el movimiento de los astros y de las luminarias.


Pero una vez obtenidos los datos astronómicos fundamentales, las mentes creativas de astrónomos y matemáticos babilonios y caldeos, confrontaron situaciones amplias, que se repetían a distancia  en el tiempo.


Comprobaron que existía un ritmo en las  guerras, carestías, pestilencias, terremotos o inundaciones y las confrontaron con los movimientos de los planetas y el período que empleaban para cumplir sus ciclos.


Fueron también analizados los Eclipses, según su posición en el cielo, duración, sitio de los planetas y relación geográfica.


Los principios interpretativos se basaban

·    en lo positivo o negativo inherente a cada signo

·    en la relación Cielo – Tierra

·    en la relación Signo – Presagio


Los expertos en cuerpos celestes en el tercer milenio antes de Cristo, habían clasificado ya los planetas en 


·    benéficos o pródigos

·    malignos, inclementes o severos





Con la invención del Zodíaco y con las configuraciones matemáticas a él vinculadas, de trino, cuadrado, sestil, etc., el acto interpretativo se transformó en una actividad especializada que solo una intensa preparación permitía ejercitar.



***






CICLO DE TIERRA EN EL IMPERIO ROMANO

Desde 253 a 452 d.C.



El período de los siglos III y IV del Imperio Romano, coincide con una crisis económica debida a varios factores, uno de los cuales fue la invasión por parte de numerosos pueblos del norte, quienes traspasando las fronteras desafiaron el poderío imperial.







La rapidez y diversidad con que se sucedían las incursiones de los invasores, que se dedicaron a la  violencia y al pillaje desde la mitad del III siglo, no daba tiempo a los gobernantes para reflexionar sobre las medidas  administrativas necesarias para afrontar la amenaza.




“No había tiempo suficiente para intervenir de manera conceptualmente ponderada sobre la estructura administrativa y militar del Imperio;  los llamados “emperadores soldados” transcurrieron gran parte de su período de gobierno, en marcha, apurándose de un teatro de guerra al otro”. [1]



Diversamente de los ejércitos de invasión del alto Imperio, las tropas en el siglo III se movían al interno del Imperio, y eran casi todas bajo el comando directo del Emperador.










La estrategia defensiva dinámica era desde un punto de vista logístico, muy exigente y por lo tanto sumamente dispendiosa.



Aumentaron mucho los gastos  del personal puesto que se crearon nuevos repartos y se aumentaron repetidamente y de modo contundente las retribuciones a los soldados.

El miliciano regular recibía además compensaciones extraordinarias, cuyo monto resultó superior al pago básico.







Para lograr pagar los gastos, que superaban ampliamente los ingresos, los emperadores del siglo III, retomaron la práctica, ya usada anteriormente, de reducir el peso de las monedas y disminuir el contenido de metales nobles.




Se sirvieron de este medio a tal punto que las monedas de plata en los decenios 270 y 280, contenían solamente del 2% al 5 % de plata.






Finalmente el emperador Lucio Domicio Aureliano (214 o 215, 275), reformó todo el sistema monetario del Imperio, logrando corregir parcialmente la crisis que generó la inflación de la moneda.

Lo analizaré en el próximo post.



 










[1] “LA EDAD DE LOS CÉSARES – Las legiones y el Imperio”.
Armin Eich. Mondadorilibri, Milano, 2015.